sábado, 27 de diciembre de 2014
martes, 23 de diciembre de 2014
martes, 16 de diciembre de 2014
EL RUEDO UN LIENZO
EL RUEDO UN
LIENZO:
Con motivo del nuevo
proyecto en el que nuestro amigo CHAMÓN ORTEGA anda inmerso, esta vez nos
convocó en tierras charras, en la ganadería de su querido amigo Antonio
Palla, en principio para retentar unas
vacas viejas. Pero Emilio nos sorprendió con esta insolita propuesta, nunca
antes realizada, que consiste en plasmar el toreo
mediante una fusión del mismo con la pintura, dejando así marcada la huella de
la faena realizada a una res brava sobre un lienzo. Parece inverosímil pensar
en ello sin caer en el asombro o la incredulidad, pero el arte es universal, no
entiende de fronteras ficticias y encorsetadas, consiguiendo hacer evidente que
el toreo puede estar a la altura de las más bellas de las artes. Demostrando
que el toreo es arte tanto como el arte es cultura.
La pintura
Chamón preparandose bajo la atenta mirada de Antonio Palla
María, preparando la cámara
Fijando el lienzo al ruedo
Para semejante
acontecimiento, Antonio Palla, encerró una preciosa vaca castaña, de
inmejorables hechuras, que fue la colaboradora ideal para dicha obra. Tuvo
ritmo, calidad, nobleza, bravura y duración, todo lo necesario para que el fin
conseguido en el lienzo alcanzara una mayor dimensión. Mucho poder demostró el
animal que, en su salida fue parada con estéticos y ligados lances por Chamón,
que tuvieron por finalidad acercar al animal hacia el lienzo, para tener una
primera toma de contacto y ver las reacciones del animal; esta se paró y
olfateó, para luego olvidarse de donde estaba pisando y no dejar de embestir.
Si bueno fue el resultado, no menos bueno fue el proceso, tandas muy ligadas,
de mano baja, temple y calidad, dando todas las ventajas a la vaca. Así se
terminó de redondear una obra en su conjunto, el taurino y el pictórico, de
gran belleza. Acompañado en esta ocasión por el matador de toros ecuatoriano
Mariano Cruz Ordoñez y el novillero mejicano Carlos Rodríguez, que también
lograron bellos momentos toreando una vez terminada la obra.
Chamón Ortega nos
cuenta lo que busca con esta obra, perpetuar lo efímero del toreo a través de la
pintura, dejando plasmada cada faena en el lienzo como testigo fiel de la
misma. Desde temprana edad Chamón, tras muchas corridas vistas en la andanada
de Madrid, empieza a tomar interés por la visión vertical del toreo. Desde ese
instante tomó mayor conciencia de la verdadera comunión que se forman entre
toro y torero en una faena, siendo el torero eje de dicha acción para dominar
la embestida y a través de su sentimiento y de su modo de expresarlo crear arte
que perdure a través del tiempo en la memoria de los aficionados.
“El predominio de la
curva y la rapidez son valores vivos de todo arte, el de la lentitud y la línea
recta son valores muertos invertidos. La línea curva compromete al dibujante,
obligándole a ser expresivo; es decir, a pensar, a ser dibujante, a tener
estilo. Y es o no es: no hay trampa posible. El mal dibujante, por el contrario
(mal torero, pensador, artista….), se defiende con líneas rectas tangenciales:
se sale por ellas engañosamente; no se atreve a comprometerse, y hace trampas
morales, trampas con rectitud”. Así habla José Bergamín del toreo, no siendo el
único en interesarse por la geometría de él resultante a lo largo de su
historia, ya que también han hecho alusión a él en varias ocasiones periodistas
de la categoría de Gregorio Corrochano y Pepe Alameda, entre otros. Gracias a
la pintura se logra concretar dicha geometría sobre el lienzo utilizando la
muleta como pincel, resultando de esta unión entre la embestida y la
proposición del torero, trazos con vida propia que permanecerán en el lienzo
venciendo a lo efímero .
Es increíble como Chamón
nos abre las puertas a dimensiones desconocidas a las que no se nos habría
ocurrido llegar, pero más curioso es ver como esas nuevas propuestas son
capaces de realzar más la dimensión de la lidia cuando un toro y un torero se unen
en el ruedo.
Y este es el resultado final. Toreo y pintura hermandos por el arte.
Terminamos
agradeciendo a la familia Palla permitirnos desarrollar este nuevo proyecto de
nuestro amigo Chamón. Que seguro no será el último ya que tiene varias propuestas encima de la mesa para estudiar.
Como
dijo el pintor Jackson Pollock “merece
la pena arriesgarse a echar a perder un cuadro para expresar algo de forma
diferente”.
Por: Raúl Castro
lunes, 15 de diciembre de 2014
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