El mejor lote de la corrida recayó en el torero madrileño. Su primero fue sencillamente sensacional. Toro bravo y encastado, con nobleza, temple, emoción y trasmisión. Un toro muy completo. Lo vio pronto en coleta, que le recibió con un coctel de verónicas, chicuelinas y remates, un serial largo y algo enredado pero muy vibrante. El toro se fue de lejos al caballo, arrancada de bravo, en un solo encuentro. En banderillas el toro galopo humillado, resultando un tercio lucio y aplaudido por el respetable, también por la buena labor de los peones. Quizás el único fallo de López Simón, fue empezar la faena dentro de la raya y sin movilidad, aprovechando la del toro, ya que este pedía distancias largas. Tras recetarle varios estatuarios y pases de pecho, lo sacó a los medio. En esos terrenos el toro no dejó de galopar humillado y entragado hasta el final y el matador lo estiró hasta el infinito. Una gran faena, rubricada con media y espadado y dos orejas. Toro de vuelta al ruedo, que pidió el público y no concedió el usía.
"Dirigente I" un gran toro, de lujosas hechuras
Templado recibimiento
El toro ya humillando
Chicuelina
Arrancada y pelea de bravo.
Bien por César de Madrid
Correcto Chetu
Vicente Osuna en un buen lance para colocárselo a su compañero
Biiieeenn César
Inicios por alto
A derechas
Profundo derechazo
El toro pedía distancia para su alegre condición de bravo
Llevándolo hasta atrás
Fijense la naturalidad del torero y la humillación del toro
Largísimo natural
Siempre la virtud de rematar atrás, por parte de los dos
Templado y lento natural
Largísimo el derechazo
En todo los alto
Merecido triunfo
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